Destapando el Fraude Alimentario.

jueves, 31 de diciembre de 2009
¿Podemos confiar en lo que compramos?¿Sabemos lo que comemos? "No sabemos cuándo sucede pero la mayoría de los errores de etiquetado suponen la sustitución con algo menos caro y deseable, lo que sugiere que tienen una motivación económica". A esta conclusión han llegado Brenda Tan y Matt Cost, dos estudiantes de Manhattan, que se embarcaron en un proyecto con la ayuda de la Universidad Rockefeller y el Museo de Historia Natural de EEUU para analizar el ADN de muestras recogidas en sus viviendas.
Querían utilizar una nueva técnica para analizar de forma rápida y barata el ADN de plantas y animales... y se toparon con un fraude alimentario en toda regla: de 66 productos alimentarios comprados en establecimientos locales, 11 no contenían lo que señalaban sus etiquetas.
El caso más sorprendente fue el de un queso que supuestamente estaba producido con leche de oveja y que en realidad contenía leche de vaca, lo que constituye no sólo un fraude alimentario sino también un grave riesgo para la salud de aquellas personas que padecen alergias. Otros fraudes puestos al descubierto por Tan y Cost fueron un supuesto caviar de esturión que en realidad procedía de un pez más que mundano del río Misisipi o alimentos para perros que deberían contener venado pero que en realidad tenían vaca.

2 comentarios:

Anónimo at: 15 ene 2010, 5:25:00 dijo...

Buenos días, acabo de encontrar vuestra página,me parece muy interesante, ya que la sociedad actual tiene que empezar a tomar conciencia de todo este tema.

Un saludo.

Substratum at: 18 ene 2010, 2:41:00 dijo...

Gracias por todo lo que escribes. Es verdad que nuestro ánimo es proporcionar la mayor cantidad de información sobre todos estos temas, y que esta información provenga de fuentes fiables y no esté manipulada porque creemos que todos tenemos derecho a saber. Substratum se hace con el aporte de todos, y tu opinión es importante para nosotros