El Mundo No Es Suficiente

miércoles, 13 de enero de 2010
Según nuestros cálculos, necesitamos hoy 1,44 planetas Tierra para mantener nuestro ritmo de vida actual. Traspasamos el límite de la sostenibilidad planetaria hace escasamente un cuarto de siglo. Desde entonces, la capacidad biológica necesaria para mantener a los países ricos y a aquellos con un fulgurante desarrollo no ha hecho más que aumentar de una manera exponencial.



Una manera de conocer los recursos que consume cada persona es mediante el cálculo de su huella ecológica: la superficie que necesita para cubrir sus necesidades, que como ya sabéis podéis realizar en esta página. Paralelamente, se podría definir la capacidad biológica de un planeta,  como aquella capaz de generar un abastecimiento regular de recursos a sus habitantes y de absorber los desechos resultantes de su consumo, contaminación. Recursos que según se vayan agotando tanto ellos como sus sustitutos deberán ser renovables. Finalmente, nuestro sistema económico será sostenible cuando sea capaz de regenerarse, de suministrar y servir dignamente y para siempre a los ciudadanos del planeta sin sobrepasar su capacidad biológica.

 Si no modificamos nuestras pautas de crecimiento económico, en el año 2030 necesitaremos recursos equivalentes a 1,9 planetas Tierra para abastecer a la insaciable y depredadora especie humana. Y en el año 2050 necesitaremos 2,4 planetas. Y la suma sigue.

Estados Unidos, junto con los países petroleros del Golfo Pérsico, ejercen un triste liderazgo mundial en huella ecológica con niveles cercanos a diez ha por habitante. No hay que confundir la biocapacidad de cada país, ligada a su densidad de población, con la huella ecológica de cada individuo dentro de él. Así nos encontramos con que a alguno de los países más insostenibles, como Canadá o Australia, de momento le sobra capacidad biológica debido a su reducida densidad de población.

Pasa lo mismo con países del Norte de Europa como Finlandia o Noruega. Dinamarca, a pesar del auto publicitado ecologismo anfitrión con motivo de la recién finalizada cumbre, necesita casi un 50 % más de hectáreas por habitante que España, por ejemplo. Países como China o la India exceden su biocapacidad, debido a su alta densidad de población, a pesar de una reducida huella ecológica relativa de 2,0 y 0,8 ha/habitante respectivamente.

¿Y España? Tiene del orden de 5,7 ha/habitante, valor que aunque sensiblemente inferior al pelotón de cabeza es demasiado elevado para nuestra población y clima, colocándonos, según se ve en el mapa, dentro del grupo de países que más biocapacidad utilizan. El finiquitado crecimiento caótico y descontrolado propio de nuevos ricos, el ladrillazo, la especulación, la codicia y la incompetencia han hecho de España, ese país mediterráneo y ejemplar que pudo haber sido, un ejemplo de desarrollo económico insostenible.

Los futuros habitantes de este planeta no podrán continuar disfrutando de él igual que lo estamos haciendo nosotros. Porque lo habremos agotado. A nuestros descendientes les tocará pagar las consecuencias de nuestro bienestar presente.

¿Qué hacemos ahora? Mientras los gobernantes dormitan, cada uno de nosotros debería hacer examen de conciencia y reflexionar sobre cómo reducir su propia huella ecológica, durante su quehacer diario, con el fin de contribuir a evitar “los” problemas venideros. La mejor manera de empezar es utilizando nuestra calculadora: www.substratum.es/footprint.html

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